Vietnam: a la sombra de los altares
Si se toman en cuenta las estadísticas, la mayor parte de la población vietnamita es atea. No obstante, la religión está muy presente en cada rincón de esta cultura. Sin ir más lejos, un día fuimos testigos de una procesión y una tarde, en la ciudad de Hue, vimos como muchas personas sacaban mesitas -cubiertas de símbolos religiosos- a las veredas de su casa para realizar algún tipo de ofrenda: quemaban billetes falsos a la luz de las velas y al aroma de los inciensos, mientras unían sus manos frente al pecho, en el gesto casi universal del rezo.

Las religiones más profesadas son el budismo y el confucianismo. Sin embargo, hay una tradición que está en todas partes: el culto a los antepasados. Esto es visible porque cada negocio (no importa si es grande o pequeño) tiene un altar en su entrada, donde se ofrecen diferentes regalos a los antepasados. Como se puede observar en las fotos, hay ancestros muy frugales, mientras que otros -considerados inmortales- no tienen ningún pudor en adoptar los mismos vicios que sus mortales descendientes.
