Mientras tanto, en la puerta del puerto….

Paseábamos una tarde por Hong Kong, camino al ferry, cuando en la vereda (casi a la entrada del puerto), vimos a un señor sentado en la calle. Muy concentrado, estaba enfrascado en algún tipo de actividad. Nos acercamos, porque somos gente muy chismosa y pudimos sacar la siguiente foto.

¿Qué estamos haciendo?

El señor había abierto una rejilla de desagüe y, con una tanza y un anzuelito, se dedicaba a sacar pececitos. Así de fácil y simple, sacaba -al menos-  uno por minuto.

¡A pescar se ha dicho!
Si bien era la primera vez en mi vida que veía algo así, no era la primera vez que veía a alguien pescando en la vía pública. Una vez en China, en un parque de Nanjing, vi a una señora mayor que, en un laguito, se dedicaba a pescar con red unas mojarritas muy pequeñas. Sin decir palabra, muy concentrada, iba poniendo  sus mojarritas en un baldecito transparente y luego las miraba, como queriendo reconocer a cada una de ellas, como si cada una de ellas tuviera un nombre. Pero eran cientos y -a la distancia- parecían miles. Desconozco el destino final de esas mojarritas (que tal vez era larvas, no lo sé) y si esa señora buscaba algo para comer o sólo quería pasar el rato. Pero lo que es seguro, es el destino de wok de estos pobres pececitos urbanos de rivera hongkonesa.